30 de mayo de 2011

Comisión milenarista en la Spanish Revolution


Como casi todos sabréis, una marabunta recorre Europa, una marabunta de indignados (no uso arrobas, ni barras, ni rayos, uso mi idioma) que se inició en España, en la puerta del Sol de Madrid, mi ciudad. Es para estar orgulloso, ¡caray!


Tampoco es que yo me haya implicado mucho en todo este asunto, merced a mi poco gusto por la democracia y mi carácter marcadamente demosfóbico. Aún así, he estado en varias ocasiones en la puerta del Sol, aunque no he llevado las pancartas que Blogger in the Shadow y yo decidimos que llevaríamos (una rezaría «Take me to your leader» y la otra «No nos echarán de los muelles de Goon»), ni he gritado consignas, ni acampado. Me he limitado a acercarme por allí (quizá, como algún otro, atraído por la gran cantidad de mujeres hermosas que allí se congrega) con la bici a sentirme impelido, rumorosamente arrastrado por la masa, en la plaza, como cantara Vicente Aleixandre, a riesgo de que apareciera desde cualquier esquina alguien ladrando y trincando las garras, y aquello se convirtiera en una sesión doble de Demons.


Pero una reciente noticia que me ha hecho llegar mi querido Under Varela puede que me lleve a hacerlo en breve. Ignoro la veracidad de la misma, pero resulta creíble. Y como acojona, pues razón de más para darle cierto crédito. Al menos el justo y necesario para escribir este artículo. Resulta que en las acampadas y en las asambleas hay espías del CNI infiltrados actuando como «agentes dobles». Filman, fotografían, notifican cuanto acontece al gobierno y a la oposición, toman partido y dan su opinión para crear descontento, desinforman a la prensa, y todo con el objeto de socavar, de minar, esa marabunta de indignados que podría llevarse, a día de hoy, a Charlton Heston por delante y pedir otra ración.


Si lo de las acampadas ya se me asemejaba mucho a la antigua serie de V, con Esperanza Aguirre en el papel de Diana, y con Rubalcaba según los medios de derechas en el del lagarto rubiales, Alfie de Videodromo encarnando a Donovan y el maese Copépodo a la intrépida científica Julie Parrish, ahora resulta que se parece más al remake de Galáctica que a otra cosa, con idignados cylones actuando en la sombra, con quintacolumnistas dentro de la quinta columna. ¿Y si los supuestos infiltrados son como La Cosa de Carpenter o te suplantan como en Body Snatchers? ¿Y si, para despistar, van cambiando de un cuerpo a otro, como en Hidden de Jack Sholder? ¿Y si, al menor despiste, se abren paso hasta tu cerebro a través de una herida inciso contusa en la nuca y lo controlan a su antojo, como en Invaders from Mars de Cameron Menzies?


Ante todo esto, y a la inspiración recibida por el huerto urbano que se han montado en torno a una fuente de la puerta del Sol (foto de Alfie), no me cabe otra solución que promover en la próxima asamblea una comisión milenarista que vele por la seguridad y el futuro de los indignados. Y rápidamente vi que el futuro de dicha comisión pasaba por abandonar las ciudades, y a los indignados, sí, qué le vamos a hacer, en busca de un paraíso seguro, de un baluarte, un fortín, en o desde (en función de cómo vaya la cosa de mal) el que crear una nueva sociedad. Pensé que quizás podría convencer a un buen número de indignados y fundar una suerte de secta apocalíptica. ¡Lo que siempre he querido ser, amigos, líder espiritual de una secta milenarista! Algo así como el Rick de The Walking Dead, pero con dos manos. Y emigraríamos a una granja ubicada en un punto inaccesible o fácilmente defendible de la península Ibérica, en las montañas, donde tuviéramos acceso a una fuente de agua potable para cultivar la tierra, y todo ello en una proporción de cuatro mujeres por cada hombre. La proporción podría ser de tres a uno, pero nunca inferior. Y no por nada. Me baso en estudios genéticos avalados por un sinnúmero de teorías y científicos de renombre que no viene al caso mencionar (incluso nueve de cada diez dentistas lo recomiendan). Creedme. Veníos conmigo al monte o pereced en manos de los lagartos-políticos-cylones-banqueros-vainas-from-outer-space. ¿Quién se viene?

26 de mayo de 2011

Take shelter, milenarismo exacerbado... ¿o tal vez no?


Esta es la duda que pretende hacernos surgir Jeff Nichols (aclamado por su debut con Shotgun Stories), director y guionista de Take Shelter. ¿Está perturbada la cordura del protagonista o realmente se avecina el Apocalipsis?


Curtis Laforche vive en un pueblecito de Ohio con su mujer y su hija. Y todo les va de maravilla hasta que (al igual que al ingenioso hidalgo se le secó el seso tras leer demasiados libros de caballerías, el protagonista se obsesiona con el Apocalipsis tras la lectura de la trilogía —atención pregunta: ¿a quién le gustan más las trilogías, a los lectores o a los editores?– loueririana de una tacada) al marido le empiezan a asaltar imágenes aterradoras relativas a una tormenta sobrecogedora que arrasa con todo a su paso. Como todo lector de zombiblogia (que se precie de serlo) debiera hacer, se decide, en cuerpo y alma, a construir un refugio subterráneo y lo llena de latas de comida. Ni que decir tiene que su mujer no comparte este afán milenarista que le ha entrado al buen hombre, y el pobre Curtis, cada vez más convencido de que está en lo cierto, se ve más solo que la una cuando más necesita a sus seres queridos.


¿Quién tendrá razón, Curtis o su esposa? Y lo que es más importante... ¿cuándo se nos dará una respuesta, esto es, cuándo se estrenará para que salgamos de dudas?

16 de mayo de 2011

5 días para el fin del mundo según Harold Camping



El 21 de mayo próximo, es decir, ¡en unos escuetos cinco días! tendrá lugar el inicio del fin del mundo según Harold Camping, un predicadorucho pseudocristiano nacido en Colorado en 1921.

Harold Camping y otros tres astutos sinvergüenzas fundaron Family Radio en 1959, una emisora de radio que se lucra única y exclusivamente de las donaciones que millones de yankis les ofrecen a manos llenas. Y a fe mía que se ganan sus buenos dineros contándoles milongas a los desesperanzados oyentes.


Según sus interpretaciones de la Biblia, posiblemente de los posos del café y del vuelo descrito por alguna que otra golondrina africana o europea, el inicio del fin del mundo tendrá lugar el 21 de mayo. Pero ese día no os esperéis grandes efectos pirotécnicos a lo Roland Emmerich, pues en cinco días lo que tendrá lugar es lo que se conoce en lengua inglesa como rapture y en español como arrebatamiento o rapto.

Básicamente, el arrebatamiento es el momento en que los discípulos de la doctrina eclesiástica (los que van a misa los domingos y comulgan, ojo) son elevados al cielo para vivir felices el resto de la eternidad. Pero ese día, queridos amigos milenaristas, ¡ese día también es el del levantamiento de los muertos! Los elegidos por Dios habrán de esperar un ratito en las avenidas celestiales a que se les una la horda de muertos vivientes que durante toda la eternidad han fallecido en el seno de la Iglesia.

Primera carta del apóstol San Pablo a los tesalonicenses:
13 Tampoco queremos, hermanos, que ignoréis acerca de los que duermen, para que no os entristezcáis como los otros que no tienen esperanza.
    14 Porque si creemos que Jesús murió y resucitó, así también traerá Dios con Jesús a los que durmieron en él.
    15 Por lo cual os decimos esto en palabra del Señor: que nosotros que vivimos, que habremos quedado hasta la venida del Señor, no precederemos a los que durmieron.
    16 Porque el Señor mismo con voz de mando, con voz de arcángel, y con trompeta de Dios, descenderá del cielo; y los muertos en Cristo resucitarán primero.
    17 Luego nosotros los que vivimos, los que hayamos quedado, seremos arrebatados juntamente con ellos en las nubes para recibir al Señor en el aire, y así estaremos siempre con el Señor.
    18 Por tanto, alentaos los unos a los otros con estas palabras.
Alentaos pero de lo lindo con estas cariñosas palabras...


Y regocijaos en le dicha, pues el fin del mundo propiamente dicho, esto es, desastres por doquier, tsunamis, enfermedades, el ataque de las langostas asesinas, sellos que se rompen, trompetas que resuenan por sobre el horizonte, meteoritos precipitándose con precisión de cirujano contra la corteza terrestre, caballitos pálidos galopando sin resuello, muñequitos de los marsh-mallows paseándose tranquilamente por la Quinta Avenida, lunas bañadas en sangre y soles recubiertos de pelo de cabra de granja ecológica... tendrá lugar, según Harold Camping, cinco meses después: el 21 de octubre.


Resumiendo: ¡tendremos cinco meses de Gran Tribulación para hartarnos a reventar cabezas de zombi antes de que todo se acabe por completo! Bueno, lo de los sellos y las trompetas sí tendrá lugar el 21 de mayo, pero tampoco creo que sea como para llevarse las manos a la cabeza. Total, a día de hoy ver unos rollizos querubines tocando Sopa de caracol levitando desnudos no será para tanto. Igual hasta pensamos que se trata de una performance de modernos para anunciar un concierto de Lady Gaga o de Justin Imbierbe.

Os dejo con un vídeo acerca de la campaña milenarista llevada a cabo estos días por los seguidores de Camping y su predicción a lo largo y ancho de los Estados Unidos. Resulta muy triste ver cómo numerosas personas lo han dejado todo y se han subido a una camioneta empapelada con los colores de Family Radio para contagiar a los demás sus inseguridades y falta de autocontrol, y regar Estados Unidos de carteles que vaticinan el fin de la humanidad.


Y si os queréis partir el pecho de la risa, no dudéis en consultar las argumentaciones sobre las que se sostiene la teoría del 21 de mayo en la web oficial de Family Radio (en formato PDF en la barra lateral). 

6 de mayo de 2011

Intercambio, fabuloso corto de supervivencia



Antonello Novelino y Antonio Quintanilla (con quien tuve el placer de trabajar hará unos ocho años en una editorial, ¡un saludo, Quintanilla!) son los guionistas y directores de este estupendo corto sobre un pasado poco concreto, casi futurista en algunos aspectos, donde la supervivencia se sitúa por encima de todo, incluso llegando a cotas que resultan inconcebibles.



El papel protagonista corre a cargo de Víctor Clavijo; posiblemente el único actor propiamente dicho de toda la purrela de niñatos de la infumable serie para mozalbetes que era Al salir de clase. A mí me encantó su interpretación de hijo mayor en la apocalíptica Tres días, aunque finalmente la película dejara el apocalipsis como telón de fondo y resultara más un filme de psico killer suelto vengativo al estilo de El cabo del miedo.



Intercambio ha ganado el galardón de la audiencia a través de internet en el I've seen films International Film Festival, festival fundado por el estupendo Rutger Hauer. Aquí podéis verle diciendo aquello de I've seen films you wouldn't believe... (tenéis que buscar el enlace que reza Watch Rutger's I'VE SEEN FILMS PROMO). Y en este vídeo de la gala de premios de 2010 podéis ver a los directores recoger su galardón (minuto 8:40, más o menos) y cómo le regalan a Rutger una emotiva palomita blanca rememorando la que puede ser la mejor escena del cine de la historia.


Sin más preámbulos, os dejo con Intercambio...

5 de mayo de 2011

Zombis hasta en la sopa


Mis queridos amigos milenaristas, he encontrado la respuesta a las pocas ganas que tengo últimamente de escribir desde este vuestro refugio apocalíptico. No es pereza, aunque un servidor peque de perezoso en demasía. No es por falta de tiempo, aunque no tenga tiempo de pasar la aspiradora (eso es por pereza). Se trata simple y llanamente de que tantísima oferta zombi de tan baja calidad hace que uno pierda el apetito por la carne putrefacta, llegando al extremo del cólico de morts vivants, lo que podríamos denominar como «saturación zombi». Demasiado zombi para tan poca agua hace que la mezcla se sature y uno no pueda tragarse ni un muerto más.

Y es que, señores, tenemos muertos vivientes hasta en la sopa. Todos se apuntan o se han apuntado ya al carro de los muertos vivos, infecciosos o no, rápidos o lentos. Los que lo hicieron hace tiempo fueron los más astutos. Los recibimos con disparos, machetazos, gritos de pavor y una sonrisa de satisfacción en los labios. Incluso podían provenir de una película infame, que dicha infamia era tolerada merced a la dura década de los noventa que nos tocó vivir, donde nuestros queridos y temidos amigos fueron casi totalmente olvidados. 

Los muertos que pretenden a día de hoy aporrear nuestras puertas y ventanas son recibidos con bostezos, a no ser que la calidad u originalidad del formato en que se nos presenten merezca ser tenido en cuenta. Y esto rara vez sucede. Si por regla general hasta los fans más acérrimos del cine de zombis o apocalíptico coincidimos en que la mayoría de las pelis son basura, ¿qué sucede cuando estas pelis se multiplican como un millar de gremlins en un veraniego sábado en el Aquopolis? Pues que la mierda huele tanto que hasta marea.

¿Y qué me decís de las novelas de temática zombi? La gran mayoría parecen como un juego en el que se han de buscar las siete diferencias. A mí me tienen aburridísimo. ¿Y los blogs que se centran en contarnos lo que le sucede a fulano o mengano cuando sobreviene el apocalipsis zombi? Una pesadilla de lugares comunes. 

¿Y la parafernalia u objetos que se venden por doquier relacionados con los muertos vivientes? Hace años resultaba una odisea hacerse con algún objeto de mercadotecnia zombi, una camiseta, una chapita... ¿Hoy? ¡Hoy centenares de compañías emplean directamente al zombi para atraer clientes y vender sus productos!

¿Y qué es lo peor de todo esto? Que ya no me siento especial cuando digo que me gustan los zombis. Porque ser amante de los zombis era ser totalmente anti-mainstream. Ahora los zombis son tan cotidianos que han perdido ese valor contracultural, si me apuras, hasta posmoderno que tenían. ¡Los zombis casi representan ahora justo lo contrario que hace menos de una década! Éstos son los motivos que me tienen apartado de zombiblogia por el momento. A ver si se me pasa viendo alguna peli buena, para variar...