22 de noviembre de 2011

Retreat, un cul-de-sac apocalíptico



Retreat es una película excelente que a nadie dejará impávido, os lo aseguro. La historia se articula en torno a los vértices de un triángulo de personajes, pero aun cuando dos de ellos son marido y mujer, el triángulo resultante no es isósceles, sino equilátero, puesto que la pareja, compuesta por el genial Cillian Murphy (el protagonista de 28 days later) y Thandie Newton (de menor palmarés, pero que pasará a la historia por ser la voz de Makeva, la novia de Steve, de Father made in USA, en aquel glorioso capítulo de «Campamento Refugee») ha pasado por la dolorosa pérdida de un bebé y caído en una depresión bastante profunda. De hecho, con el fin de salvar su matrimonio, deciden (aunque a tenor de la actitud de la mujer durante las primeras escenas, parece que la idea parte del marido) pasar unos días de vacaciones en la Isla Blackholme. Quizá apartados del ruido de la sociedad moderna puedan tener tiempo para recuperar el amor el uno por el otro y perdonarse todo aquello que, sin duda, aún se reprochan el uno al otro. Los días transcurren tranquilos rodeados de una inmensidad plomiza, mar y cielo se confunden en una excelente fotografía, pero no resultan nada apacibles, mientras se nos muestra que la pareja está rota, amén de dónde hay una escopeta de cartuchos y dónde un hacha. Curioso.


¿Y quién es el tercer vértice de este triángulo, para nada amoroso? Pues Jaimie Bell, el mismísimo Billy Elliot, que ha cambiado los calentadores por una pistola de nueve milímetros. Resulta que la pareja encuentra a un soldado herido en la isla, tras una terrible tormenta. La radio parece haber dejado de funcionar, al menos temporalmente, por lo que no pueden contactar con el tipo que los llevó hasta la isla en barca, a la sazón, el dueño de la casa, que por cierto es preciosa. Astutamente, la pareja decide despojar al soldado de la pistola que porta en su cartuchera. Cuando el soldado recupera la consciencia, les cuenta algo asombroso y terrible: su patrullera ha naufragado en las inmediaciones de la isla durante unas maniobras debidas a que se ha desatado una epidemia mortal, que se transmite por el aire, en toda Europa, y la única forma de sobrevivir es encerrarse en la casa y sellar todas las puertas y ventanas. ¿Tenéis algún arma?, les pregunta. ¿Y vosotros, qué haríais entonces?, os pregunto, tal y como parece preguntarle la película a quien tiene el placer de verla: ¿le creéis, le dais la pistola y os encerráis con él?, ¿salís corriendo en busca de una ayuda con la que no podéis contactar de forma alguna dado que no podéis salir de la isla ni comunicaros por radio con el exterior?, ¿o lo matáis por las buenas?


La película juega magistralmente con el espectador, dando una de cal y otra de arena a cada escena. En una, parece que la mejor opción sería hacerle caso, encerrarse, darle la pistola, poner el culo en pompa, lo que pida, pero en la siguiente todo indica que el soldado está como las maracas de Machín y que lo más sensato sería pegarle un tiro, o incluso huir a nado hasta morir ahogado, cualquier cosa a excepción de permanecer un segundo más encerrado en esa cabaña con él. Ni que decir tiene que la situación actual de la pareja, e incluso su deteriorada cordura y amor propio a nivel individual, poco o nada ayudan a que puedan afrontar la situación o tan sólo dilucidar si el soldado siquiera es tal. Ya el mismo título juega también con un doble sentido: retreat significa tanto «retiro», en el sentido de «alejarse del mundanal ruido y seguir la escondida senda de los pocos hombres sabios que en el mundo han sido», que es la premisa con la que parte de viaje la pareja protagonista, como «retirada», «rendición», que es lo que parece hacer en un primer momento una vez entra en escena el personaje del soldado.


Como veis, tenemos ante nosotros una película apocalíptica poco convencional, muy cercana al thriller psicológico, de ahí que en el título del artículo la compare, salvando las distancias, claro está, con la maravillosa película de Polanski, una de mis favoritas de todos los tiempos.

Os dejo con el trailer. No dejéis de ver esta película, llena de sorpresas…



PD, sólo para aquellos que ya la han visto: ¿no resultaría gracioso que la película se centrara en el soldado, poniéndonos en su pellejo, en busca de refugio ante una epidemia mortal y airborne de esas, y que tuviéramos que vérnoslas con semejante pareja de ineptos que no sólo no colaboran, sino que ponen unas trabas terribles a la supervivencia?