29 de octubre de 2009

Primer episodio de Zombis

Ya podéis ver el primer episodio de la nueva serie web de El Terrat TV: Zombis.

A mí me ha hecho gracia la parte de los supervivientes, pero no tanto la del humorista zombi (a excepción de lo de que su novia y él se compenetran de maravilla). No hay nada como el cariño y el amor entre dos solitarios supervivientes apocalípticos.


28 de octubre de 2009

Lanzamientos de libros Z en español y ZOMBIE HAIKU, el libro que regalar estas navidades

Hoy os traemos numerosos libros agrupados en tres grupos bien diferenciados. El primero corresponde a la editorial Dolmen y sus últimas ofrendas de carne putrefacta (The Rising y Zoombi), el segundo, al libro Cine Zombi de Calamar Ediciones y, por último, pero no por ser de menor valor, sino todo lo contrario, una joyita que merece ser atesorada: Zombie Haiku.


Por un lado, la línea zombi de Dolmen Editorial planea dos lanzamientos: El alzamiento (The Rising) y Zoombi.


  • The Rising es una entretenida y por momentos terrorífica novela de zombis escrita por Brian Keene hace unos años. Los muertos se han levantado de sus tumbas y no son rápidos, no, pero son listos y malvados a rabiar, los muy bastardos. Realmente, como muy pronto descubre el lector, los muertos son reanimados, casi debiéramos decir que «poseídos», por una suerte de espíritus que provienen del Vacío, una oscura y extraña dimensión de la realidad. El argumento gira en torno a las desventuras de un padre divorciado que se cruza el país en busca de su hijo. The Rising, como cabría esperar, no es autoconcluso, sino que uno ha de leer el siguiente tomo para saber el final que le espera a su protagonista, cosa que aún no he hecho (aunque reconozco que justo al terminar el libro brotó en mí la necesidad de saber más). Y creo que se trata de una trilogía. Así que tendréis zombis para rato, si vende ejemplares la primera novela.


  • Zoombi no la he leído, de manera que no os puedo ofrecer mi criterio al respecto, tan sólo deciros lo que de la novela se nos promete: el retrato de un apocalipsis zombi vivido en un pueblo de España en tono de comedia. Los comentarios que leo por ahí, pese a ser positivos, no me resultan muy esperanzadores. Ojalá me equivoque. También creo que tampoco hay que leerse todo lo que tenga la palabra «zombi» impresa. Aclaro de nuevo que no lo he leído, que es una opinión totalmente gratuita forjada en torno a lo que se puede olisquear en su web oficial. No he estudiado cine propiamente, pero sí lengua y literatura, de modo que la literatura zombi siempre es un tema escabroso para mí. Espero que no se trate de un nuevo Loureiro (¿llegará el día en que esto se escriba con minúscula, «loureiro», para designar a los anarrosistas?).




Y por otro lado, Calamar Ediciones ha publicado hace un mes Cine zombi, un interesante compendio de sabiduría fílmica no-muerta de la mano de Ángel Gómez Rivero, del que ya nos hicimos eco, puede que no el suficiente ni el debido, desde zombiblogia cuando se anunció el libro con motivo del Festival de Terror de Estepona. 


El libro, como ya dijimos, contiene un prólogo escrito por el mismísimo Jorge Grau, por el que, como todos sabéis, sentimos una profunda admiración. ¡Es el romero español!





ZOMBIE HAIKU: EL LIBRO QUE REGALAR ESTAS NAVIDADES 


Curioso... Mientras terminaba de retocar la entrada, mis pupilas se han visto asaltadas por la cubierta de un libro de poesía ilustrado muy recomendable inédito en nuestra lengua, que resulta estéticamente muy similar a la de Zoombi: Zombie Haiku.

Desde sus páginas, Ryan Mecum, su autor, narra el horror de un apocalipsis zombi por medio del poema japonés que le da título. Se entremezclan estos haikus con ilustraciones que semejan fotografías tomadas con polaroid por el propio poeta. La ficción que se crea es la de un hombre que decide iniciar un cuaderno de poesía haiku, justo el día en que los muertos se levantan anhelando la carne de los vivos. Será entonces cuando decida proseguir esa misma labor, solo que respondiendo a esa nueva realidad apocalíptica que le rodea. Impresionante, amigos de zombiblogia. Leed y disfrutad estos haikus of the living dead...







24 de octubre de 2009

Hitler se entera de que Romero rodará otra película de zombis


Llevábamos Blogger in the Shadow y un servidor un tiempo dándole vueltas a la idea de hacer una versión del famoso vídeo de Hitler en Der Untergang (El hundimiento) aplicado a los muertos vivientes. Barajamos diferentes ideas, pero cuando surgió ésta, tuvimos claro que era, si no la más adecuada, sí la primera que llevaríamos a cabo.



Aquí os dejo la crítica que hicimos de su última película: Survival of the Dead.


EDITADO:

Aquí la versión en inglés macarrónico.

23 de octubre de 2009

Road to Moloch, corto de Robert Glickert



Road to Moloch es un corto de Robert Glickert que me ha dejado un gran sabor de boca. Se trata de su segundo trabajo como director, guionista y productor, aunque con anterioridad ha trabajado como asistente de producción en Transformers, Iron Man y Fast & Furious.



Road to Moloch narra lo que les sucede a un grupo de marines estadounidenses que patrullan por Iraq tras encontrarse con un iraquí cubierto de sangre en medio del desierto. 



El corto está, como decía, producido por el propio Glickert, de modo que no se han ido a Iraq a rodar, sino a Cuddeback Dry Lake, un vasto paraje desértico de California, cerca de Death Valley. Las escenas de la cueva están rodadas en las famosas Bronsons Caves de Griffith Park, donde se han rodado una ingente cantidad de películas, desde la trilogía de Evil Dead, pasando por escenas de Invasion of the Body Snatchers, el primer King Kong o Day the World Ended, por barrer un poco hacia el milenarismo que tanto nos seduce.



Aquí os dejo su web oficial, donde encontraréis fotografías del rodaje y del propio corto, comparaciones de los planos finales con el storyboard y datos interesantes del rodaje.



Luego me contáis en los comentarios si no os ha recordado, en determinado momento, a cierto pasaje de cierto libro que todos conocemos muy bien...


Moloch es Baal, el dios fenicio y cananita, normalmente representado con cuerpo humano y cabeza de carnero, que aparece en numerosas ocasiones en la Biblia, identificado, claro está, con el Demonio. Uno de los rituales de adoración a Moloch consistía en sacrificar niños que eran introducidos vivos dentro de estatuas que lo representaban. Dichas estatuas estaban huecas y albergaban en su interior grandes hogueras. 
Antes de que la estatua fuese llenada se inundaba la zona con un fuerte ruido de flautas y tambores, de modo que los gritos y lamentos no alcanzaban los oídos de la multitud. PLUTARCO, Superstitiones, 171
Había en la ciudad una imagen de bronce de Cronos con las manos extendidas, las palmas hacia arriba y cada niño que era colocado en ellas era subido y caía por la boca abierta dentro del fuego. DIODORO SÍCULO, 20.14
Si os ha gustado, no dejéis de ver su primer corto, The Descendent (nada que ver con las espeleólogas intrépidas de The Descent, jeje).

22 de octubre de 2009

Sepsis, corto postapocalíptico de Artur Llobell


Artur Llobell escribió y dirigió Sepsis, un estupendo corto postapocalíptico que narra un día en la vida de un superviviente al holocausto. Espero que os guste tanto como a mí por su sencillez y efectividad.



El mismísimo Warren Ellis lo promociona en su página web.

21 de octubre de 2009

B-17, los zombis de Heavy Metal


En 1981, Ivan Reitman, el que tres años después dirigiría Cazafantasmas, produjo una obra de arte de la animación que todos conoceréis: Heavy Metal. 



Para la realización de esta joya de la ciencia ficción de animación se mezclaron los desmesurados talentos de dibujantes como Richard Corben o Bernie Wrightson, entre otros, junto a magníficos guionistas como el ilustrísimo Dan O'Bannon, el papá de Alien (si os gusta Alien, os recomiendo encarecidamente los artículos que mi querido Alfie de Videodromo le está dedicando a la película a lo largo de esta semana, y que motivan que revise este clásico) y el guionista de Dead & Buried, una atípica y maravillosa película de zombis, o Lifeforce, aka Fuerza vital, tremenda historia de vampiros from outer space que acaba con muy buenas dosis de película de zombis, y director, como recordábamos el otro día al hablar de las zombedys, de The Return of the Living Dead, entre otros muchas hazañas, como su papel encarnando al sargento Pinback en Dark Star, una curiosa comedia de ciencia ficción de Carpenter.



Heavy Metal aglutina diferentes historias de ciencia ficción que giran en torno a una extraña esfera verde que se describe a sí misma como «la suma de todo mal» y que va destruyendo las vidas de aquellos que pretendan poseerla. La historia que nos ocupa, B-17, está basada en una idea original de Dan O'Bannon y que bien podría haber dado para toda una película de la Segunda Guerra Mundial que acaba convirtiéndose en una escalofriante peli de muertos vivientes. 



Un escuadrón de B-17 del ejército norteamericano está a punto de alcanzar el objetivo a bombardear mientras es acosado inmisericordemente por el fuego antiaéreo y los cazas alemanes. Los valientes artilleros tratan de defender su fortaleza volante como buenamente pueden, pero pronto mueren acribillados, al igual que el navengante, que fallece no sin antes liberar la carga en bombas que transportan. El piloto, preocupado por los daños que pueda haber sufrido el aparato, ordena a su copiloto que proceda a inspeccionar el bombardero, y éste descubre con horror que ellos dos son los únicos supervivientes a bordo. Aunque no por mucho tiempo... La maldita esfera verde impacta contra el avión provocando que todos los cadáveres se transformen en terroríficos zombis que dan buena cuenta del copiloto. El piloto, aterrado, decide saltar en paracaídas, para ir a parar a una extraña isla donde tienen a bien estrellarse todos los aviones aquejados del mismo mal no-muerto, y acaba corriendo la misma suerte que su colega.




B-17 es una maravilla de la animación zombi y casi resulta triste que no se le sacara más partido a esta brillante idea de Dan O'Bannon, como dije, con una película o una pieza de mayor metraje. Os dejo con ella, que la disfrutéis... 


Presentación de Naturaleza muerta, de Víctor Conde


El lunes 26 de octubre, a las 19:00, Víctor Conde, autor de Naturaleza muerta, presentará su libro en la librería de Generación X de Tudescos-Malasaña (C/Puebla, 15). Como sabéis, la Editorial Dolmen, adalid del género literario de muertos vivientes en nuestra lengua, ha creado una nueva línea editorial totalmente zombi

20 de octubre de 2009

La zombedy, comedia con zombis, y estrenos inminentes de zombedys


Durante el festival de Sitges 09, tras ver las estupendas comedias de género zombi que allí se proyectaron, como son Zombieland, Doghouse, The Revenant y Wasting Away, al bueno de Blogger in the Shadow se le ocurrió que desde zombiblogia debíamos tratar de abordar el tema de la zombedy desde un punto de vista holístico, como subgénero en sí mismo, además de hacer un breve análisis puntual de las susodichas películas de este tipo que acogía el festival.

LA ZOMBEDY

Una zombedy es simplemente una comedia con zombis, pero, para que sea considerada una buena zombedy, no basta con esos dos ingredientes. Lo fundamental para que una zombedy se convierta en una gran película es:
  1. Que la película sea realmente divertida en las escenas en las que se busca la hilaridad del espectador.
  2. Que los zombis, pese a la risas, nos resulten terroríficos.
El primer punto parece evidente, pues sin él la comedia será un descalabro total, pero el segundo resulta fundamental para lograr ese contrapunto perfecto entre sonrisas y angustia, equilibrio difícil que solo alcanzan ciertas obras maestras de la zombedy como Shaun of the Dead o Fido, ambas de relativamente reciente factura. Lo que hace que ambas resulten magistrales para el aficionado es esa mixtura entre bromas muy reconocibles relativas al género zombi habitual y que los muertos vivientes de ambas películas resultan espeluznantes, mucho más que un centenar de películas de zombis que supuestamente pretenden aterrorizarnos y no consiguen más que pensemos que son otra que añadir a la larga lista de bodrios zombi que llevamos escrita a fuego en nuestras meninges. Bajo estos dos parámetros, podemos juzgar cada una de las películas que se inscriban en este subgénero y determinar su calidad, si se trata de una obra excepcional, de una más que olvidar cuanto antes o una quizá de la que sólo rescatar algunas escenas.



¿Cuándo se acuña el término zombedy y por qué? A la primera pregunta no resulta fácil contestar de una manera muy exacta. La primera vez que lo vi usar fue para referirse a Shaun of the Dead, si no recuerdo mal, de modo que podríamos establecer el año 2004 como la fecha de origen aproximada. La razón de su creación viene supeditada por la resurrección del género zombi que se dio en esos años. Películas como 28 days later o Resident Evil (ambas de 2002) fueron el mascarón de proa que provocó que Zack Snyder pudiera hacer su remake de Dawn of the Dead (2004), película que terminó de convencer a la industria cinematográfica de que los zombis vendían de nuevo y de qué manera. Dado que los zombis volvían a estar de moda, casi incluso más que en la dorada época de los años 70 y 80, si se quería hacer una comedia con zombis, resultaba mucho más llamativo y atractivo denominarla zombedy que decir simplemente que se trata de una «comedia de horror». Cuestión de mercadotecnia, tan sólo se trata de eso.



¿Cuál fue la primera zombedy? Esta pregunta tampoco tiene una respuesta fácil. Pese a que muchas películas de zombis de la época dorada antes referida nos provocaran más risas que espanto, como Apocalipsis Canibal o Nueva York bajo el terror de los zombis, dado que su intención primera era causarnos pánico, no pueden considerarse zombedys en sentido estricto. Por tanto, quizá podríamos considerar como la primera zombedy a la estupenda película que dirigiera Dan O'Bannon en 1985: The Return of the Living Dead. Divierte y espanta a partes iguales, al igual que la secuela a la que dio lugar tres años después.




PRÓXIMOS ESTRENOS DE ZOMBEDYS

Zombieland 
Fabulosa comedia romántica postapocalíptica con muertos vivientes. Básicamente es una película de «chico busca chica» sólo que enmarcada en un mundo por el que ya casi sólo caminan los zombis. Curiosa transposición de Quijote y Sancho Panza, cambiando La Mancha por los Estados Unidos de Zombieland. Impagables consejos de supervivencia apocalíptica, hilarantes escenas y zombis terroríficos cuando tienen que serlo. Apoteósico cameo de Bill Murray (que recibió el Hare krishna de oro al Mejor Papel de Reparto en el pasado festival de Sitges 09).
Cumple los dos parámetros necesarios para alzarse como una estupenda zombedy.



The Revenant
Interesante comedia en la que dos muchachos aprovechan su transformación en muertos vivientes para desfacer entuertos y acosar a las fuerzas del crimen, también un poco en la línea de don Quijote de La Mancha. Imaginativa y divertida. Se alzó con el Hare krishna de oro a la Mejor Cabeza Parlante con Vibrador en Sitges 09.
Cumple el primero de los parámetros, aunque no así el segundo, dado que los zombis son los protagonistas.



Wasting Away
Fabulosa y sumamente imaginativa comedia en la que los zombis vuelven a ser los protagonistas del filme, unos jóvenes que ingieren por error un helado contaminado por un virus zombificador. Una vez que están transformados, la película deja de ser en blanco y negro, y se llena de vivos colores, pero ni ellos ni el espectador notan ninguna diferencia. Tan sólo cuando se encuentren con otras personas y las escuchen a más revoluciones de lo normal y vean que corren como si fueran el correcaminos (literalmente como el correcaminos), se percatarán de que algo no marcha bien. Es entonces cuando el espectador descubre qué sucede, pues la imagen vuelve a ser en blanco y negro y vemos cómo los muchachos, transformados en terribles zombis, se aproximan a otras personas profiriendo terroríficos gemidos. Plagada de desternillantes escenas que contraponen la visión de los muchachos convertidos en zombis con la del resto de personas con que se cruzan. Resulta curioso comprobar que un ser humano en avanzado estado de embriaguez puede llegar a comunicarse efectivamente con un zombi, dada la lentitud del habla y la comprensión propia de alguien alcoholizado. Se alzó con el Hare krishna de oro Zombies Are People Too en Sitges 09.
Cumple el primero de los parámetros, pero no  el segundo, aunque se lo perdonamos por su derroche de imaginación en la puesta en escena.



Doghouse
Misógina comedia británica en la que unos amigos que pretendían pasar todos juntos un fin de semana alejados de sus novias, esposas, amantes y dedicarlo al noble arte de beber hasta caer inconscientes, se ven obligados a luchar para sobrevivir contra todas las mujeres del pueblo al que habían ido a emborracharse, aparentemente infectadas por un extraño virus que las muta en horripilantes asesinas de aspecto demacrado y zombi. Las mujeres no sólo les amargan la vida, ¡ahora quieren arrebatársela! Resulta sumamente entretenida y divertida y algunas de las zombis dan cierto pánico, aunque sin exagerar. Se llevó el Hare krishna de oro al Grupo de Supervivientes Mejor Avenido en Sitges 09, algo poco habitual en las películas de zombis.
Cumple el primer parámetro y el segundo lo aprueba por los pelos.


19 de octubre de 2009

Entrevista con los hermanos Pastor, directores y guionistas de Carriers (aka Infectados)


El pasado día 15 de octubre tuve la oportunidad de entrevistar a los hermanos Pastor, co-guionistas y co-directores de Carriers, aka Infectados, en la sala Roxy-B de Madrid. Fue todo un placer conocer a dos brillantes y jóvenes directores de su talla, quienes han demostrado con Carriers, su primer largometraje y su primera obra conjunta (a la que seguirán muchas más), un oficio y un saber hacer cine propios de directores y guionistas muy experimentados. Charlar de cine con ellos es sumamente enriquecedor y son muy agradables y simpáticos, dicho sea de paso.

Os dejo con la entrevista en dos partes. Si no habéis visto todavía la película, he de deciros que en su segunda parte hacia el minuto cuatro, la última pregunta contiene cierto spoiler. De cualquier manera, hay un aviso previo bastante directo de SPOILER ALERT! 





PD: Hoy he vuelto a ver Carriers por tercera vez (la vi en agosto en un pase de prensa y luego en Sitges), esta vez doblada al castellano en un cine de Madrid... de la periferia, para ser más exacto, y me ha vuelto a entusiasmar su perfección y su absoluto dramatismo. Es una obra maestra postapocalíptica. Y me da mucha pena que se esté distribuyendo de una manera, a mi parecer, errónea, tan sólo en pequeñas salas de multicines de la periferia. 

Id a verla y me lo agradeceréis...

17 de octubre de 2009

Crítica de La Horde


La Horde (comentada en zombiblogia en multitud de ocasiones), es una de las películas más esperadas por los fans del género zombi de medio mundo. Sus directores, los franceses Yannick Dahan y Benjamin Rocher, nos enloquecieron a todos con el fabuloso trailer que vio la luz este verano: policías, gangsters y miríadas de zombis rápidos nos arrebataron nuestro corazoncito milenarista y se lo comieron crudo sin pestañear. También supuso en cierta medida el inicio del aluvión de películas de zombis francesas de este año (junto con Paris by Night of the Living Dead, que finalmente se quedó en un corto, y  La Meute, aka The Pack).



La Horde comienza como si se tratara de una película de cine negro, con el retrato de un grupo de policías algo corruptos que deciden tomarse la justicia por su mano, para vengar la muerte de uno de ellos a manos de un grupo mafioso local. Tras interrogar-apalizar convenientemente y a placer a alguien relacionado con los gangsters, consiguen la información que precisan: el lugar donde se esconden los malvados gangsters que acabaron con la vida de su compañero... y allá que van, armados y con pasamontañas, ignorantes de que una vez allí, dentro de ese edificio ruinoso de las afueras de la ciudad, encontrarán en esos gangsters que pretenden masacrar unos inopinados aliados para salir con vida del Apocalipsis Zombi que se gesta a su alrededor... Cabe decir que estos primeros minutos de cine policíaco son de lo mejor de la película.



En cuanto se desata el ataque zombi, con unas escenas muy bien llevadas e inquietantes, asistiremos a un mata-mata de zombis bastante entretenido, dramático y con grandes dosis de mala leche. A destacar, sin duda alguna, la lucha entre el gitano y los dos zombis rápidos casi a manos desnudas, ahí es nada, y, por encima de todo, el enfrentamiento entre un zombi y la mujer policía, que empieza golpeándolo con todo lo que tiene a mano y que acaba con la protagonista rematándolo arrojándole una nevera encima, muerte que se llevó el Hare krishna de oro a la Mejor Muerte de un Zombi con Uso Final de una Nevera en el pasado festival de Sitges 09. 




Y es que estos zombis no sólo son rápidos, con una dentadura que ni Tiburón el de 007 y muy fuertes, sino que están muertos, no son infectados, de manera que sólo la destrucción del cerebro acaba con ellos. ¿Os imagináis tratar de acertarle en el cerebro a una cosa que avanza hacia ti tan rápido como Usain Bolt? Pues ahora imaginaos que no solo es uno, sino que se trata de un millar de triatletas no muertos... La película está llena de momentos tremendamente épicos de luchas entre supervivientes y auténticas mareas no-muertas. Sin duda alguna, la disfrutaréis, aunque no le pidáis nada más: es puro entretenimiento mata-mata-corre-corre.



Realmente no hay mucho más que decir sobre La Horde, puesto que se resume fácilmente: acción de muy buena factura a raudales, tiroteos sin fin, personaje secundario carismático (un veterano de Vietnam, pero de la guerra francesa), un portero de edificio que atesora un arsenal que ni en los zulos mejor equipados de ETA, personajes planos estereotipados (la chica dura y rencorosa, el blanco tipo duro, el gracioso de poco fiar, el negro líder de la banda aún más duro que el blanco, el negro que sigue al líder de la banda y el personaje carismático antes mencionado) y terribles hordas interminables de zombis que corretean sin cesar por el edificio al más puro estilo Left 4 Dead.





Hubo algo que nos dio para hablar y reírnos bastante una vez terminada la película. Resulta que los zombis, quizá por la crisis económica, atesoraban los muertos que cazaban en el sótano del edificio para luego poder seguir mordisqueándolos tranquilamente si venían vacas flacas, lo que denominamos como los «paluegos zombis». Imaginábamos a muchos de esos zombis que habían bajado a dejar esos cadáveres parcialmente devorados atónitos al ver que cuando descendían con el gusanillo en sus estómagos no encontraban nunca en su sitio el paluego que buscaban. Y a continuación, esos mismos zombis miraban con recelo a otro muerto viviente junto a ellos con cara de «yo a ti te conozco de algo... yo a ti te he comido el brazo».

16 de octubre de 2009

Crítica de The Road


Durante la clausura del festival de Sitges 09, tras la ceremonia de entrega de premios, tuvo lugar la proyección de una de las películas más esperadas del año: The Road, la adaptación cinematográfica de la novela homónima de Cormac McCarthy, ganadora del premio Pulitzer en 2007.

Cuando se dio a conocer que se estaba preparando una película de tan peculiar novela, sentí ciertos recelos, los propios de aquel al que le satisface una novela que será llevada a la pantalla, dada la existencia de infinidad de precedentes en los que esto suele acarrear más sinsabores que alegrías. Mis miedos se vieron disipados a principios de septiembre cuando salieron a la luz una serie de vídeos con breves escenas de la película. ¡Aquello prometía, amigos de zombiblogia!



Pese a todo, en mí persistían dos temores: el primero era cómo habrían logrado que la película no adoleciera de un ritmo lento o irregular, dada la peculiaridad de la novela; el segundo, que le hubieran dado mayor importancia de la que en el libro tiene a la madre (algo conocido como el «Fenómeno Arwen», no sé si me explico lo suficiente). Pues bien, la película sortea de manera magistral estos dos principales dilemas sin caer en concesiones hollywodienses de ninguna clase. ¡Es fabulosa!



En The Road, la película, al igual que en el libro, asistiremos a un viaje por los infiernos de un padre y un hijo con el único fin de sobrevivir un día más en ese paraje postapocalíptico, desolado e inclemente, frío y húmedo, peligroso y mortal. ¡Menuda ambientación! No en vano le otorgamos el Hare krishna de oro a la mejor ambientación postapocalíptica en el festival de Sitges. Quizá lo único que se le pueda achacar es que en la novela si hay algo que resulta omnipresente, casi más que el frío, el hambre o el miedo a ser cazado y devorado por los caníbales, «los malos», como a ellos se refieren siempre los protagonistas de este épico relato, es LA CENIZA. En el libro el planeta está recubierto por una densa y pertinaz capa de cenizas que se mete en los pulmones, en la ropa, en la boca, en la comida. Si bien en la película esto no es así, la maravillosa fotografía, ayudada de la nieve, consigue recrear a las mil maravillas esa sensación de parajes blanquecinos que todos los que hayan leído el libro tienen grabado a fuego en sus meninges. 



Los actores están soberbios todos ellos y, como los personajes principales del libro, siempre dominados por el pánico, el miedo, la angustia y la desesperación. Viggo Mortensen realiza una de sus mejores interpretaciones de su carrera y su caracterización resulta perfecta. Es el padre cariñoso y protector ideal. Impresionante de todo punto. Kodi Smpit-McPhee, el hijo, resulta perfecto para el papel y no peca de los terribles errores en los que suelen caer los adolescentes del cine, que muchas veces no sólo no convencen, sino que le hacen a uno pasar una vergüenza ajena terrible. En resumidas cuentas, borda su papel de hijo atenazado por el pánico. Y hay algo en el personaje del niño, que evidentemente ya se reflejaba en el libro, y es que pese a ser el único personaje que no conoce otra vida que la brutalidad y el salvajismo propios de la época que le ha tocado vivir (recordemos que nace poco después del holocausto que transforma la sociedad), es también el único capaz de demostrar compasión por sus semejantes. Quizá esté motivado porque también es el único que tiene a su lado alguien que le ama, un padre que antepone siempre las necesidades de su hijo a las suyas.



Charlize Theron, la madre, encarna de maravilla a esa mujer desbordada por los acontecimientos y que nos convence con tan sólo cuatro escenas consecutivas (del paso del tiempo somos conscientes por el crecimiento de su hijo y por las cada vez más menguadas comodidades domésticas) de su paso de ser una mujer embarazada feliz a una persona torturada y trastornada que ya no puede dar más de sí. Quisiera destacar, hablando del personaje femenino de la novela/libro, que me he dado cuenta de algo realmente curioso. El personaje del niño aparece referenciado como «the boy», el padre como «the man», guardando consonancia entre ambos, mientras que el de la madre, en vez de ser «the woman», es «wife», algo que se sale del campo semántico anterior y que la relaciona sólo con el hombre y no con el niño, como finalmente no tarda en suceder.


Robert Duvall es al bondadoso y anciano hambriento al que dan de comer al poco de abandonar el búnker repleto de comida. Cada bocado de pera en almíbar que da aleja, aunque sólo sea unos metros, al temible fantasma de la muerte.


Michael K. Williams será el tipo que trata de robarles el carro repleto de provisiones y nos asombrará con esa mirada espantada, cuchillo en mano, cuando trata de mantener para sí lo robado a nuestros protagonistas.


Garret Dillahunt dará vida al terrible miembro de la banda de caníbales que patrulla las carreteras en pos de cazar algún superviviente que llevarse a la boca. Su voz, su mirada, ¡hasta sus dientes!, denotan que está sumamente determinado a hacer lo que sea necesario con tal de alimentarse y que sus escrúpulos terminan donde empieza su descomunal hambre.


En resumen, una obra maestra del género apocalíptico. Si os gustó el libro, os va a entusiasmar porque plasma a la perfección la obra de McCarthy. Si no lo habéis leído (¡a qué esperáis para hacerlo!), os sumergiréis de lleno en un mundo de tinieblas del que no podréis ni imaginar su calado.


Imprescindible.