Un milenarista que predica con el ejemplo

En tres ocasiones he visto ese puntito en el mapa de amigas y amigos milenaristas repartidos por el mundo. Cuando uno de esos puntitos aparece en algún lugar recóndito uno podría pensar que se trata de un error de apreciación del mapa. Pero cuando ese puntito reaparece días más tarde, inevitablemente uno deja volar su imaginación y recrea en su mente cómo será la persona que entra en tu blog desde un paraje tan recóndito.

Recuerdo como al principio de iniciar zombiblogia (en blogia.com, quiero decir), a finales de 2006, Blogger in the Shadows (la mente en la sombra de zombiblogia) se divertía observando un puntito en unas montañas de Turquía. El caso es que con aquel mapa de visitas podías hacer zoom y ambos contemplábamos asombrados como aquella persona se conectaba aparentemente en un lugar totalmente alejado de la civilización. Bromeábamos imaginando que se trataba de un milenarista convencido que había huido a un búnker en las estribaciones montañosas del Göcür Dagi turco.

El caso es que nos hayamos ante un caso similar de amigo milenarista. Observad el siguiente mapa con atención.

Mi primera impresión fue que quizá era demasiada distancia para ser un error. ¿Un barco quizá? En seguida pensé en Desmond, el personaje de LOST, viajando en barco de vuelta a la isla y conectándose a zombiblogia.

Pero no puede ser. Pues ya van tres veces que aparece ese puntito en el medio del mar, en el mismo sitio. ¿Una plataforma petrolífera? Bien podría tratarse de un experto milenarista que ha desechado la idea sesentera del búnker bajo tierra por la modernidad de una plataforma petrolífera en propiedad atiborrada de comida y cultivos hidropónicos de frutas y verduras, y alimentada de energía eólica y solar.

Ante esta posibilidad solo puedo decir dos cosas:

1. Adoremos todos a nuestro amigo o amiga milenarista por su privilegiada situación ante el inminente fin de la humanidad.
2. Pedirle humildemente que me haga un sitio, por pequeñito que sea, en su plataforma. 

Aunque seguro que la realidad es mucho más trivial y menos divertida, y se trate simplemente de un error.