"No road to follow", el paraíso son los otros

No road to follow es un mediometraje postapocalíptico independiente cuyo protagonista trata de sobrevivir día tras día en desolados páramos y ciudades destruidas, 25 años después del holocausto que destruyó la sociedad. Su única motivación es encontrar a alguien más con vida, no ser el único superviviente en este mundo seco y sin esperanza.

Lo habitual en las historias postapocalípticas es justo lo contrario, que el infierno sean los otros, que diría Sartre, pues siempre o casi siempre sucede lo terrible cuando dos o más personas mezclan sus intereses, siempre contrapuestos, en la loca carrera por la superviviencia. Pues en No road to follow, segundo trabajo de Jeremy Rush (el primero fue John Doe and the Anti), la premisa es justo la contraria.

El protagonista, desesperado por comunicarse con otros humanos, participa de un monólogo dialogado (si se me permite la expresión) con su única compañía, un osito de peluche llamado Other. Pronto, el protagonista descubrirá indicios de presencia humana en la zona y, esperanzado y con ánimo renovado, tratará de encontrar a su responsable. ¿Encontrará al ser humano que busca y verá satisfechas sus ansias por socializarse? Y si lo encuentra, ¿no sobrevendrá entonces el inevitable conflicto?

El viernes reflexionaba con un amigo (¡un saludo, Alfred!) acerca de que en esta vida todos estamos solos, abandonados en nuestro propio postapocalipsis, si podemos denominarlo así, y tan sólo el amor, considerado como toda suerte de afecto que podemos sentir por los demás y éstos por nosotros (familia, amigos, la amabilidad de un desconocido, lo que fuere) puede redimirnos. Quizá el tema de este mediometraje sea precisamente ése del que hablábamos entre cervezas y pacharanes, mientras afuera caía una estupenda tormenta de verano y los españolitos sufrían erecciones con La Roja.

El mediometraje estará listo a finales de 2010. A continuación podéis ver el trailer.



Y ésta es la web oficial.