Crítica de 2012, un desmadre a la americana

Como cabía esperar, 2012 es una película con unos efectos especiales logradísimos que nos muestran un desastre de proporciones bíblicas que va a más a cada minuto de metraje. Una película a la que no le puedes pedir nada más que entretenimiento e imágenes espeluznantes y devastadoras.

Nada más empezar, se nos mostrará una enorme grieta que se ha abierto paso por el asfalto californiano, poco después, la falla de San Andrés hará de las suyas y Los Ángeles y San Francisco desaparecerán del mapa en un abrir y cerrar de ojos en una maravillosa y alocada huida plagada de imágenes dantescas a bordo de una limusina primero, y de una autocaravana y una avioneta después. Os juro que algunas imágenes son realmente espectaculares, pues se puede apreciar con todo lujo de detalle a los pobres infelices que cuelgan desde los edificios que se derrumban unos sobre otros y caen al vacío hacia una muerte segura. Y así toda la película, es una loca carrera por la supervivencia en medio de un caos absoluto...

Todos los políticos, peces gordos y ricachones están enterados, gracias al descubrimiento de un par de científicos, de que antes o después el mundo se va a ir a la mierda, de modo que los chinos (¿quién si no?) llevan desde 2008 construyendo una especie de arcas de Noé para albergar a la población en un intento por salvaguardar el futuro de la humanidad (de aquella que pueda pagarse los buenos millones de dólares que cuesta cada pasaje en ese viaje de incierto destino). 

El objetivo del bueno de John Cusack es llevar a su familia al lugar donde un tarado del apocalipsis, que parece acertar en todo lo que dice y que está genialmente interpretado por Woody Harrelson, dice que se han construido dichas arcas. Otros actores a destacar son Danny Glover, el presidente de los EE. UU., remedo de Barack Obama, y Stephen McHattie, cuya presencia como capitán del arca es poderosísima (adoro a este hombre y sí, seré un pesado, pero Pontypool, la mejor película de zombis del año, le debe mucho de su éxito).

2012 también tiene, puede que de un modo inconsciente, ciertas dosis de humor, como cuando se anuncia que no todos los primeros ministros escaparán al desastre a bordo de las arcas, como por ejemplo el de Italia, que ha decidido quedarse en su mansión, con lo que todo el público malintencionado se imaginará a Silvio Berlusconi inmerso en una enorme y apocalíptica orgía báquica. También, las risas alcanzaron grandes cotas cuando una supuesta Angela Merkel pronuncia el nombre de España hacia el final de la película. ¿Os imagináis a las hijas de Zapatero sobreviviendo al Apocalipsis? También resulta curioso el modo en que en esta ocasión Roland Emmerich destruye la Casa Blanca...

Cuando digo que 2012 es un «desmadre a la americana», lo digo porque lo es en varios sentidos. Primero, por su grandeza y dimensiones: todo se va al carajo, no hay un lugar seguro en el que refugiarse; y segundo, porque la película destila, como no podía ser de otra manera, una moralina yanki de mil pares de pelotas. SPOILER AHEAD! SPOILER AHEAD! No se puede ser grande, gordo, malo y ruso y pretender salir con vida de ésta... no sé si me explico. En cambio, si eres un anónimo norteamericano escritor de noveluchas de pseudociencia-ficción pero adoras a tus hijos y a tu ex mujer, no sólo saldrás con buen pie, sino que salvarás el culo a toda la maldita humanidad o lo que quede de ésta. ¡Tres hurras por John Cusack! FIN DEL SPOILER

Respecto a la idea de hacer una serie como secuela, corregidme cuando veáis la película si me equivoco, ésta bien podría ser una suerte de mezcla entre Galáctica (sin cylones, sólo por la búsqueda de un hogar donde establecerse) y Vacaciones en el mar...

¿Queréis pasar un buen rato (dos horas y media de terremotos, placas tectónicas revoltosas, tsunamis desproporcionados, el polo sur en Wisconsin, etc.) entretenidos viendo como el mundo se desploma delante de vuestras narices? Se estrena a partir de este viernes en todo el mundo.

Os dejo con un vídeo que resume el origen del Apocalipsis (que podréis ver a lo largo de la película, de la mano del chiflado conspiranoico interpretado por Woody Harrelson)...

(Y aquí os pongo el enlace a una entrada previa en la que anunciábamos la serie a la que seguramente dará lugar la película y los vídeos que resumían los efectos especiales empleados a lo largo de la misma).